" ....Se levantará el sol de justicia con la salud en sus alas"; Malaquías 4:2

Se levantará el Sol de justicia, Cristo, y los rayos de este Sol son la gracia y la Salvación. En Jesús hay poder para la salvación. Él vino a sanar la peor y más mortal de todas las enfermedades, el pecado. Su gran acto de salvación fue llevar nuestros pecados en Su propio cuerpo sobre el madero. "Por Su llaga fuimos nosotros sanados". Isa.53:5 Cristo es el único Médico que puede curar tal enfermedad y librar a todo aquel que en Él cree de la enfermedad del pecado y la miseria. No existe ninguna forma de enfermedad espiritual o del alma que sea incurable para Dios. El alma que con firme fe y amor se vuelve al Cristo, y con deseos intensos bebe de toda Su verdad y gracia, será el alma en la que serán más evidentes las influencias sanadoras del gran Sol de Justicia.

Como el sol por los rayos de luz y calor, revive, alegra y fructifica a toda la creación, dando luz y vida en todas partes; así Jesucristo, por las influencias de su gracia y Espíritu, vivifica, despierta, enciende, ilumina, vigoriza, sana, limpia y purifica a cada alma que cree en Él, y, por sus alas o rayos, difundirá estas bendiciones de un extremo del cielo a otro. Que el Sol de justicia nazca para ustedes que temen Su nombre y les dé tal claridad y luz.- Adam Clarke

!Oh, que tuviéramos el suficiente sentido para conocer al Sol de justicia, que podamos mediante oración, meditación y una vida sincera, bañarnos y asolearnos en Sus deliciosos rayos! Seremos en verdad fuertes y sanos si Él se levanta para nosotros con salud en Sus alas. Él se ha levantado, pero nosotros nos metemos en los pozos de hielo de la mundanalidad y del pecado y no dejamos entrar su calor, y luego nos sorprende que estemos enfermos espiritualmente, permitamos que Jesús brille para nosotros de la mañana a la noche. Entrégate a ese amado rayo de sol que espera por ti ahora, y despertará la vida en tu interior, y te calentará hasta que estés cargado con ricos frutos, para alabanza y gloria del Sol de justicia que se ha levantado sobre ti. Que el SEÑOR nos conceda que así sea para todos nosotros. Amén. -C. Spurgeon

El Sol de Justicia y la salud física. "Yo soy el SEÑOR tu sanador" Ex.15:26. Esta promesa está condicionada a la obediencia, sin embargo, no quiere decir que los cristianos están libres de cualquier enfermedad física, pues nuestro SEÑOR nos recordó que en este mundo tendríamos aflicción Juan 16:33, y esto incluye la enfermedad. Por ejemplo, Lazaro, hermano de Marta y María dijeron: "SEÑOR, el que amas está enfermo". Juan 11:3 La enfermedad no es, ni nunca ha sido un indicio de que Dios no nos ama. Jesús respondió: "Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella". Juan 11:4 Las aflicciones nos enseñan que todas las cosas ayudan para bien, a aquellos que aman a Dios. Debemos mirar más allá del dolor, tristezas y pruebas de la vida, y ver que Dios tiene un propósito para Su gloria y para nuestro bien en todo lo que permite que nos ocurra.