"Porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre". Hechos 9:16 

Debemos aprender a tener consuelo, paz, gozo y comunión con Cristo en nuestros problemas. La gracia crece mejor en invierno. Las cruces forman parte de nuestra comunión con Cristo. No existe una comunión más dulce que la de llevar a Él nuestras heridas. Cristo da una buena bienvenida a un corazón apesadumbrado y le da paz. El SEÑOR recompensa mi tristeza con su gozo y presencia. Es agradable intercambiar mis tristezas por los gozos de Cristo. Las pérdidas por Cristo no son sino bienes que se invierten en su banco, y que Él toma con sus manos. 

Los problemas pasan por sus dedos y Él vierte dulzura en medio de ellos. Me pregunto cuántas veces son las que un hijo de Dios debe tener un corazón triste, considerando lo que el SEÑOR está preparando para Él. Lo que Dios pone sobre ti, soportalo. Si tu SEÑOR te llama al sufrimiento, no desmayes, porque en tu sufrimiento te dará una porción más profunda de Cristo. La parte más pesada de la cruz recae sobre nuestro fuerte Salvador. El diluvio puede arreciar, pero nuestra arca flotará por encima de las aguas. Glorifica al SEÑOR en tu sufrimiento y Él esparcirá su estandarte de amor sobre ti.  

Son las cruces las que nos forman a su imagen. Las cruces arrancan pedazos de nuestra corrupción. SEÑOR, haz lo que sea necesario para perfeccionar tu imagen en nosotros y adecuarnos para la gloria. Necesitamos ser zarandeados como trigo antes de entrar al reino de Dios. ¡Cuánto debemos a la lima, al martillo y al horno! ¿Por qué debería sorprenderme del arado que hace tan profundos surcos en mi alma? Es necesario que a través de Muchas tribulaciones entremos al reino de los cielos. Hechos 14:22  

No seas un soldado débil, no desmayes. No temas. Cristo y sus cruces son dos invitados que merecen la pena alojar. Las personas quieren que Cristo sea barato, pero su precio es firme. Él y su Cruz son una compañía dulce y una pareja bendita. Mis pérdidas son pérdidas ricas, mis dolores son dolores fáciles, mis días de pesadumbre son santos y felices. Me dan la oportunidad de testificar a mis amigos. Debería estar satisfecho de que el gozo y la tristeza tienen una parte en mi vida. Sé que el día del gozo amanecerá y recompensará todas mis horas tristes. 


La mayor tentación salida de satanás es la de vivir sin pruebas. Piensa que una masa de agua que no se mueve, termina estancada. La Fe crece más cuando el cortante invierno azota tu cara. La gracia se marchita sin adversidad. No puedes infiltrarte en el cielo sigilosamente sin una Cruz. No puedes estar por encima de tu Maestro, que recibió muchos golpes siendo inocente. Deja que Dios haga lo que quiere ahora y hará gloria de tus sufrimientos. "Esta leve tribulación momentánea produce un eterno peso de gloria". 

Sea cual sea la dirección en la que sople el viento, nos impulsará hacia el SEÑOR. Su mano nos dirigirá a las costas celestiales para hallar el eterno peso de gloria. Cuando miremos hacia atrás, hacia nuestros dolores y sufrimientos, veremos que el sufrimiento no fue digno en comparación con nuestra primera noche de bienvenida en el cielo. Ya sea que Dios venga con una vara o con una corona, es Él quien viene, y dice: “Esfuerzate y aliéntese tu corazón, yo soy tu salvación”. ¡Bienvenido, bienvenido seas Jesús! -Samuel Rutherford



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