La fe está diseñada para el conflicto, no crece sin este. La fe es un músculo que debemos usar. Los fisiculturistas aconsejan que una dieta es esencial para vigorizar el músculo, porque consumir proteína no es suficiente, es necesario levantar pesas todos los días para tonificarlos y vigorizarlos. De igual manera, el SEÑOR nos ha dado Su Palabra como nuestro alimento y proteína, porque "la Fe viene por el oír y oír la Palabra de Dios". Rom.10:17, pero para que nuestra Fe crezca y sea fuerte, Dios permite que pasemos por conflictos, porque el músculo de tu fe, no crecerá sin la presión de las batallas y las pruebas. Ejercita tu Fe.
Si estás en medio de una tormenta, el viento huracanado ruge a tu alrededor, y las olas están cayendo sobre tu barca, es justo en ese momento que tu fe comienza a ejercitarse. Así que, cuando hayas perdido toda esperanza de salvarte , Hechos 27:20 ten ánimo levántate y di como Pablo en en medio del naufragio: “ "Confío en Dios que será así como me ha dicho.”. Hechos 27:25 No importa lo que estás pasando hoy, ejercita el músculo de la Fe, y confía en que Dios hará como lo ha prometido.
"Si un creyente no ejercita su brazo, no desarrolla el músculo bíceps; si no ejercita su alma, no gana músculo en la misma, ni fortaleza de carácter, ni vigor en la fibra moral, ni hermosura en las guardias espirituales. El ejercicio de la Fe la fortalece, y el descuido del ejercicio la debilita. Es la constante acción del brazo la que extrae su fuerza muscular en toda su plenitud. Si se permite a ese brazo quietud ¡qué pronto se contraerán sus ligamentos y se desvanecerá su energía! Así sucede con la Fe, que es la diestra de la fuerza del creyente; cuanto más se ejercita, más poderosa se vuelve. Si se descuida su uso, si se le permite permanecer inerte e inoperativa, el efecto será que su poder se marchitará.
Dios nunca coloca a sus hijos en ninguna dificultad ni les arroja ninguna cruz que no sea un llamado a ejercitar la Fe, y si la oportunidad de ejercitarla pasa sin ninguna mejora, el efecto será el debilitamiento de este principio y un uso más débil de su poder en la prueba siguiente. No olvides que cuanta más Fe pongas en juego, más aumentará; cuanto más se ejercite, más fuerte se vuelve. Algunas de las misericordias más selectas del pacto que llegan a la experiencia del creyente, vienen del esfuerzo en la Fe. -Octavius Winslow