"He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe". 2 Timoteo 4:7
Pablo dice estas palabras sabiendo que su partida de este mundo estaba cerca. Considera la vida cristiana como una "buena batalla" la única digna de pelearse. Pablo peleó la buena batalla contra Satanás Efe 6:12, contra los falsos maestros 2Ti 4:3-5; contra la tergiversación del evangelio Gál 1:6-12, contra la mundanalidad Rom 12:2, y contra el pecado Rom 6:1-23;1Co 9:24-27. Contra la oposición de falsos maestros 2 Tim.4:3-5, nunca comprometió la verdad original del Evangelio de Cristo. 2Tim 1:13-14; 2Tim 2:2 Y guardó la fe en tiempos de severas pruebas, gran desaliento y muchas dificultades y sufriendo el abandono de amigos 2 Cor.11-23-27. Sin embargo, Pablo peleó la buena batalla, se mantuvo fiel a su SEÑOR y Salvador durante toda su vida 2Tim 2:12.
Aunque hoy, muchos falsos maestros predican que el propósito de Dios para el creyente es que viva libre de sufrimientos y enfermedades, disfrutando de una vida próspera en todos los sentidos, especialmente en lo relacionado con lo material. Afirman que el sufrimiento viene del diablo, y puesto que Dios le ha vencido en la cruz, cualquier creyente que ponga su fe en Él se verá inmediatamente libre de sus garras y disfrutando plenamente de la bendición de Dios. Todo esto suena muy bien y atractivo, pero el problema es que no es cierto, ni tampoco bíblico. De modo que, el cristiano debe saber que el sufrimiento forma parte de su vida. Así el SEÑOR a través de Pablo nos anima a pelear la buena batalla y a perseverar en la fe a pesar de toda oposición y dificultades, porque "es necesario que a través de Muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios". Hechos 14:22
Lo mismo que los soldados muestran sus cicatrices y hablan de las batallas cuando al fin regresan a sus casas para pasar la vejez en su país, así también haremos nosotros en la patria celestial a la que pronto iremos. Allí hablaremos de la bondad y fidelidad de Dios que nos llevó por medio de todas las pruebas del camino. A mi no me gustaría estar ante el trono de Dios y escuchar: "Estos son los que han venido de grande tribulación, todos excepto uno." ¿Te gustaría estar allí y que fueses señalado como el único creyente que nunca conoció un sufrimiento? ¡De ninguna manera! Porque entonces serías un extranjero en medio de una hermandad sagrada. Nos contentaremos con participar en la batalla, porque pronto llevaremos la corona y nos regocijaremos en la victoria.-C. H. Spurgeon
Pablo consciente que su partida estaba cerca dice: "He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe" Y también tenía muy claro, que debía terminar su carrera pasando por tribulaciones. Pero qué firmeza de espíritu manifestó en la perspectiva. Él había dicho antes: "Cristo sería magnificado en su cuerpo, ya sea por vida o por muerte". Filip. 1:20 . Y había llegado la hora. Revisa el pasado y contempla lo que vendrá. Y, bajo la seguridad consciente de la unidad y el interés en Cristo, triunfa, habiendo peleado la buena batalla de la fe. Notemos esto: La lucha de la fe, y la victoria de la fe, son tanto en Cristo como de Cristo. Pablo no pronuncia una palabra de sus servicios, o trabajos, o sufrimientos. Sabía bien que estos no añadían ni un átomo a su aceptación ante Dios. Cristo, y solo Cristo, fueron los triunfos de Pablo. Honor, reconocimiento, gloria y consideración dulce y preciosa solo al hijo de Dios. ¡Amen!