DICIEMBRE 28

"Como tú no sabes cuál es el camino del viento, o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas". Eclesiastés 5:8

¿Quién puede decir cuándo y cómo se forma el cuerpo, y el alma es infundida? Las obras de la creación y la providencia, son muy diversas, y para nosotros no menos desconocidas que inciertas. Así como no conocemos las cosas ocultas; tales como crece un un ser en el vientre de su madre, o como crece una semilla sembrada, así mismo tampoco conocemos la obra de Dios de cualquier forma comprensiva. Dios dispone de todo y debemos saber que hay una mano dominante en Todo para el bien de los que aman a Dios. "Confía, pues, en el SEÑOR de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento". Prov.3:5

El SEÑOR ha dicho: "Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, ni son sus caminos mis caminos. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos." Isaías 55:8-9 Hay dos tipos de puntos de partida: el del hombre y el de Dios. El hombre suele empezar con grandes estructuras, con una gran planta, maquinaria, publicidad, etc. Así suele empezar el hombre cuando va a hacer algo para Dios. Es una propensión; es nuestro camino. Podemos argumentar que Dios es digno de algo grande. Ésa es la manera del hombre. El camino de Dios nunca es así, nunca lo fue. Buscas en vano encontrar algún ejemplo de Dios comenzando así. Pentecostés surgió de tratos profundos con doce hombres. El punto de partida de Dios es siempre lo intrínseco, lo interno. Los comienzos del hombre normalmente terminan con sólo un pequeño porcentaje de valor duradero. Los comienzos de Dios siempre terminan en un porcentaje muy grande de valor duradero.

Pero los comienzos de Dios parecen tan pequeños. Pero también lo hace una semilla; es una cosa pequeña, sin embargo, observemos las potencialidades de una semilla, no sabemos cómo se forma, pero aunque oculta hay un proceso en ella desde que se ven los primeros brotes verdes, hasta que aparece el grano o fruto. Así mismo trabaja Dios con nosotros, desde nuestro interior. Ahí es donde Él comienza. Por eso, todo lo realmente de Dios tiene una larga y oculta historia de profundos tratos de su parte.

Los treinta años de la vida oculta de nuestro SEÑOR tienen gran importancia para los tres y medio años de Su ministerio en la tierra. Los cuarenta años que Moisés pasó en el desierto, cuidando las ovejas de su suegro, tuvieron una gran influencia en el resto de su vida. No fueron años perdidos, desperdiciados e inútiles. Y así podríamos abordar uno tras otro: Abraham, David y otros, que tenían una historia larga, profunda, secreta y oculta; De ahí surgió la eficacia. Muy a menudo se hace más, cuando Dios ha estado obrando, en los últimos años de una vida que en todos los años anteriores. Eso no quiere decir que todos los años anteriores hayan quedado sin importancia, sin tener cabida. Significa que Dios ha estado trabajando para obtener valores intrínsecos, y ahora por fin esos valores están saliendo a la luz.

Las cosas más grandes de Dios surgen de valores intrínsecos para darse a conocer. Por lo tanto, él toma mucho tiempo y muchos esfuerzos en la historia secreta con ese proyecto. Puede ser que, aunque estés pensando que los años se van, pronto la vida habrá pasado, terminado, y te has perdido el camino, siendo todo un problema, un enigma; sin embargo, puede ser que dentro de unos años surja una infinidad de valor espiritual del tiempo que atraviesas, de este que crees que es tiempo perdido.

Debes entender esto, que Dios no tiene cuidado en absoluto con nuestros estándares de valores, ni en tiempo ni en método ni de ninguna otra manera. De lo que Dios tiene cuidado es de tener lo inherente, lo potencial, lo esencial y lo intrínseco, lo interior. Guarden eso en sus corazones, aprecienlo y permitan que sea un verdadero factor gobernante para ustedes. Dios trabaja en las profundidades. Dios trabaja por la solidez. Dios trabaja para la intensidad. Por lo tanto, Él obra a través de pruebas, a través de lo oculto y con muy poco atractivo para nuestro placer natural. - T. Austin-Sparks

Deja un comentario