DICIEMBRE 21

"Bueno es para mí ser afligido". Salmo 119:71

¿Cómo puede ser posible que sea bueno para mí estar afligido? Nuestra inclinación es la comodidad y el bienestar. Y no es que hagamos un homenaje al dolor y al sufrimiento, pero éste es inevitable, porque dice la Escritura: "El hombre nace para la aflicción, como las chispas vuelan hacia arriba". Job 5:7 De modo que, tanto buenos y malos sufren, pero para los creyentes cualquiera que sea la forma en que venga la aflicción, está diseñada por Dios para hacernos bien. Dios mide nuestros dolores y las pruebas que los causan. Pero nuestra condición requiere ser sometida al dolor. "Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios". Hec. 14:22. Sí, hay una necesidad, y solo si es necesario, porque "Dios no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres" Lam. 3:33. "Es Su extraña obra". Isaías 28:21. Los dolores más pequeños y más grandes que nos sobrevienen son proporcionados, o permitidos, por su indescriptible amor. -FB Meyer

Así como el fuego debe limpiar el metal, así la aflicción es buena para purificar el corazón. Es realmente una experiencia sorprendente el ver a un hombre que sale de la cama de la enfermedad o de otro horno de aflicción, más como un ángel en pureza, más como Cristo en santidad, inocencia y separado de los pecadores; más como Dios mismo, siendo más justos en nuestros caminos y un ejemplo más santo en toda nuestra conducta. - Nathanael Vicent

Bueno y provechoso es para nosotros ser sometidos al sufrimiento, porque cada vez más podemos ser devueltos y ser más dóciles a la obediencia. Porque no estamos exentos de la obstinada perversidad con la que toda la humanidad está infectada. Es bueno para nosotros probar continuamente el fruto que nos llega de las correcciones de Dios, para que puedan ser dulces para nosotros; y que, de esta manera, nosotros, que somos tan rebeldes, podamos someternos a Dios y a sus mandamientos . "Dios usa las aflicciones, como los labradores usan las espinas, para tapar las brechas y evitar que nos apartemos de los caminos de Dios"

La aflicción también es útil para el pueblo de Dios como productora real de cosas buenas en ellos. Algunas virtudes no pueden producirse en nosotros sino a través de la aflicción. Uno de ellos es la paciencia. Bueno es para nosotros ser afligidos porque la aflicción es un vivificante maravilloso, somos muy propensos a dormir; pero la aflicción a menudo nos despierta. Ser afligidos nos instruye, es nuestra escuela donde Dios nos enseña. En la oscuridad de la prueba no podemos mirar hacia afuera y distraernos con objetos externos y mundanos; pero la gracia de Dios brilla como una vela en el interior, y por esa luz vemos lo que nunca antes habíamos visto. Las órdenes de Dios se entienden mejor con los ojos humedecidos por las lágrimas.

Bueno es para nosotros la aflicción porque nos lleva a depender de Dios, a reconocerle y buscar en la comunión con Él, el consuelo que exigen nuestros sufrimientos. Además tiende a crear en nosotros humildad. El aliento de la prosperidad no es bueno para el soberbio; pero el aprender la verdad por medio de la adversidad es bueno para el humilde. Se aprende muy poco sin aflicción. Y si soportamos correctamente la aflicción, otros se benefician con nuestro ejemplo, pues en lo que fuimos consolados podemos consolar: "Él nos consuela en todos nuestros sufrimientos, para que nosotros podamos consolar también a los que sufren, dándoles el mismo consuelo que él nos ha dado a nosotros.- CH Spurgeon.

"La enfermedad me enmienda, la pobreza me enriquece, la debilidad me da fuerzas. - S.Bernardo. ¡Qué necios somos, pues, al fruncir el ceño ante nuestras aflicciones! Estas, por rudas que sean, son nuestros mejores amigos. No las recibimos para nuestro placer, sino para nuestro beneficio, si llegan es para una bendición. ¡Qué nos importa lo amarga que sea la poción a beber si nos trae la salud.- Abraham Wright "Bueno es para mí ser afligido".

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