FEBRERO 7

"Si alguno quiere venir en pos de mí, NIÉGUESE A SÍ MISMO, tome su cruz, y sígame". Marcos 8:34

"NEGARSE A SÍ MISMO", es renunciar a todo mal afecto y toda mala obra, y despojarse del hombre corrupto para seguir a Cristo nuestro glorioso Salvador y Redentor. En otras palabras, es renunciar a todo lo que compita con el amor y el servicio de Cristo, es apartarse de las cosas lícitas cuando se convierten en ocasiones de daño espiritual para nosotros mismos o para los demás y así avanzar para alcanzar la meta de nuestro supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Fil.3:14

Renunciamos a nosotros mismos cuando, dejando nuestra antigua naturaleza y manera de vivir corrompida por la sensualidad y el engaño permitimos que el Espíritu que habita en nosotros renueve nuestros pensamientos y acciones, Ef. 4:22-23. Entonces, renunciar a sí mismo es el que no se aferra ni coloca en primer lugar en su corazón las cosas de este mundo ni a las criaturas ni a sus propios deseos, muere a su ego Gál.2:20, busca honrar a Dios que da gloria eterna y por amor a Cristo se somete a Su voluntad y lleva su propia cruz cada día.


La renuncia de sí mismo o abnegación es tan necesaria como el cielo, pero ¿qué disputas surgen en el corazón contra ella?. Todo el que quiere ser amigo de Cristo debe saber que ha de ser transformado totalmente en la imagen de Cristo crucificado, no por el martirio de la carne, sino por la obra sobrenatural y el incendio de Su Santo Espíritu en cada mente y corazón. "Y esto no es obra tuya; es Don de Dios" Ef.2:8 "Esto no es virtud humana, sino gracia de Cristo, que tanto puede y hace en la carne débil, que lo que naturalmente siempre aborrece y huye, lo ataque y acabe con fervor de espíritu...Si miras tu fuerza, no podrás por ti cosa alguna de éstas: mas si confías en Dios, Él te enviará fortaleza del cielo, y hará que te estén sujetos el mundo y la carne. Y no temerás mal alguno porque el SEÑOR estará contigo. -Tomas de Kempis

"Niéguese así mismo", y para que no se estimen iguales la pérdida y "la salvación tan grande", añade el SEÑOR, al respecto : "¿De qué le servirá a un hombre ganar todo el mundo si pierde su alma? Mar. 8:36 "No se salva quien evita la cruz, porque aunque en esta vida llegase a conquistar el mundo entero, qué habrá ganado si pierde su alma. Podemos cambiar nuestra casa por dinero, pero si perdemos nuestra alma, no podemos dar otra en cambio. Porque por nuestra salvación dio en cambio Dios la preciosa Sangre de Su Hijo, Jesucristo". - Crisóstomo "Es una la locura de aquel que a cambio de los juguetes de la tierra, pierde su alma". -Guthrie

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